lunes, 22 de febrero de 2010

DINÁMICAS FAMILIARES A PARTIR DE LA LLEGADA DEL PRIMER HIJO



El nacimiento del primer hijo hace que la pareja participe de nuevas situaciones y tareas. El resultado puede ser una experiencia que los enriquezca o el desencadenante de un camino de desencuentros.
Hay situaciones que pueden ser un elemento clave para examinar las dinámicas que la familia plantea para su abordaje, pudiendo ser el mismo conflictivo o no. La forma de alimentar a un bebé sería una de ellas.
Darle de mamar cada vez que se queja o llora es un comportamiento que tiene causas y produce consecuencias. Entre las causas, podríamos encontrar la dificultad de la mamá a tolerar los momentos de angustia o incomodidad del bebé. Contagiarse de la angustia del hijo cuando éste llora y descubrir que ponerlo al pecho lo calma lleva a esta mamá a responder siempre de la misma manera a los reclamos del hijo. Aun cuando el niño no llore por hambre, sino por otros motivos, como frío, molestias o cólicos.
La actitud de calmar al bebé siempre con el pecho puede impedir el aprendizaje de otros comportamientos, por ejemplo, descubrir formas de autocalmarse: moviéndose, chupando sus manos, emitiendo sonidos, mirando un movimiento, etc. Si su inquietud o malestar siempre es leído por la mamá como necesidad de comida, se estarán desaprovechando los primeros intentos del bebé de comunicar otros deseos y necesidades y descubrir que los demás los han comprendido.
Estas conductas también tendrán consecuencias para la mamá, en primer lugar porque al adoptar esta forma de amamantamiento llega a sentir que la presencia del bebé se vuelve incompatible con su vida de mujer adulta. Esto indudablemente se hace extensivo a su relación de pareja, porque la posición de centralidad que otorga al bebé le impide compaginar las necesidades individuales y de pareja con las del niño.
En muchos casos la madre recurre a su propia madre, debido al natural acercamiento que se produce entre ambas en la etapa del embarazo y posterior nacimiento. Pero muchas veces privilegiar la palabra de la madre por encima de las demás, muchas veces de la de su propia pareja, puede impedir a la pareja crear un espacio propio y lograr entre ellos contenerse y apoyarse en las situaciones nuevas y las decisiones que de ellas se deriven.
T. Martín Burrone plantea que en el momento del nacimiento del hijo la pareja necesita hacer algunas reacomodaciones relativas a:
Ä Cuidar la privacidad familiar: el nacimiento del primer hijo suele desorganizar los límites que pudo haber puesto la pareja para cuidar su intimidad. Abuelos, tíos y amigos suelen atravesar el límite de la privacidad familiar y entrometerse en tareas que sólo le competen a la pareja de padres. Hay entornos familiares y sociales que respetan y estimulan los límites, mientras que en otros la pareja debe hacer un gran esfuerzo para lograr ser comprendidos y respetados en la organización y forma de funcionamiento interno que han logrado establecer.
Ä Compaginar necesidades: el nacimiento de un hijo plantea a los padres una serie de reajustes en la organización cotidiana para ofrecer al bebé los cuidados y la atención que necesita. Esto, sin embargo, no significa anular la vida que como adultos necesitan mantener para ser más plenos en las nuevas responsabilidades y funciones que deben asumir.
Estar a cargo de un hijo: Debido a su total dependencia el bebé demanda y los padres aprenden a satisfacer sus necesidades. La forma en que desempeñen estas tareas depende en gran parte de la posición en la que se encuentren. Si siguen siendo más hijos que padres, será muy difícil que puedan cumplir adecuadamente sus funciones. Es prácticamente imposible ponerse a cargo de un hijo cuando sólo se espera ser cuidado. El amamantamiento es una tarea que incrementa la relación de proximidad de la madre con el bebé. En algunos casos esto puede conducir a que las madres sobrevaloren su accionar y tiendan a excluir al padre, dando lugar a un verdadero romance con sus hijos. Algunos aceptan la situación como se presenta y delegan cómodamente en la madre sus funciones, otros harán lo posible por no quedar afuera, pero también están los casos en que la actitud excluyente de las madres genera un desencuentro de pareja que lleva al padre a tomar distancia de la familia y refugiarse en el trabajo u otras relaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario